viernes, abril 07, 2006

Cuando el amor es odio ( El contrato amoroso)



Continúo extractando partes del libro "Cuando el amor es odio" de Susan Forward.



El CONTRATO AMOROSO

Al comienzo de la relación se sueltan muchos globos de prueba. El misógino - frecuentemente, sin darse cuenta de lo que hace - procura concretar su definición de hasta dónde puede llegar. Lo lamentable es que su compañera crea que al no enfrentarse con él ni cuestionar su comportamiento cuando él lastima su sensibilidad está expresando el amor que siente por él. Muchas mujeres caen en esa trampa.

Desde pequeñas nos han enseñado que la respuesta es el amor. Con amor todo será mejor; lo único que tenemos que hacer es encontrar un hombre que nos ame, y entonces la vida será maravillosa y viviremos felices por siempre jamás. Además, nos han enseñado que, al servicio de ese amor, se esperan de nuestra parte ciertas formas de comportamiento, algunas de las cuales son "suavizar las cosas", dar marcha atrás, disculparnos y "mostrarnos agradables". Pero resulta que esos mismos comportamientos animan al misógino a maltratar a su compañera. Es como si hubiéramos establecido al mismo tiempo dos acuerdos o contratos con el misógino, el uno explícito y el otro tácito.

El acuerdo explícito es, por ambas partes, te amo y quiero estar contigo. El acuerdo tácito, que se origina en nuestras necesidades y temores más profundos, es mucho más poderoso y vinculante. Tu parte - la parte de la mujer - en el acuerdo tácito es: Mi seguridad emocional depende de tu amor, y para conseguirlo estoy dispuesta a ser dócil y a renunciar a mis propios deseos y necesidades. La parte que le corresponde a él en ese acuerdo es: Mi seguridad emocional depende de que yo tenga el control absoluto.

ÉL DEBE TENER EL CONTROL

En todas las relaciones hay luchas por el poder. En las parejas se suscitan desacuerdos por el dinero, por la forma de educar a los hijos, por el lugar donde irán de vacaciones, por la frecuencia con que han de visitar a los parientes políticos; se discute quién de los dos tiene los amigos más agradables y con quién habrán de pasar el tiempo.

Pero aunque todo esto pueda constituir motivo de conflicto, son cosas que habitualmente se pueden negociar de forma afectuosa y ton respeto. Sin embargo, cuando la relación se da con un misógino, lo que escasea son la negociación y el compromiso. El juego se desarrolla, en cambio, en un campo de batalla donde él tiene que ganar y ella debe perder. Este desequilibrio de poderes es el tema principal de la relación.

El misógino necesita controlar la forma en que piensa, siente y se conduce su mujer, decidir por ella con quién y con qué se compromete. Sorprende la rapidez con que incluso mujeres competentes y que hasta entonces tenían total éxito en su actividad renuncian a su talento y su capacidad, e incluso los desconocen y niegan, con tal de obtener el amor y la aprobación de sus compañeros.

Claro que un control total es una cosa muy incierta. Resulta imposible controlar totalmente a otro ser humano. Así pues, el empeño del misógino está condenado al fracaso y, como resultado, él se pasa buena parte del tiempo frustrado y colérico. A veces, consigue enmascarar adecuadamente su hostilidad, pero en otras ocasiones este sentimiento se manifiesta como abuso psicológico

Del libro

"CUANDO EL AMOR ES ODIO

Hombres que odian a las mujeres y mujeres que siguen amándolos"

Ti'tulo original en ingles: Men Who Hate Women

and The Women Who Love Them

©1986, Susan Forward y Joan Torres

©1987, Ediciones Grijalbo, S.A. Arago, 385, Barcelona

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El libro en sí son muchas páginas, todas se me hacen muy interesantes, y a pesar de que uno sabe que un blog es para que uno ponga lo que uno quiera, tampoco quiero hacer esta serie muy larg y aburrirlos, a partir del lunes voy a tratar de poner lo mas sintetizado que se pueda, las técnicas para librarse de lo(a)s maltratadore(a)s, que es la parte mas útil del libro

Que pasen un buen fín de semana

1 comentario:

Atitel dijo...

Concuerdo con Yeye, cuando se pierde el control y el respeto, ya no hay mucho por hacer.

Si no lo sabre yo, que quiero salir de una relacion como las que describe el libro.

Por cierto Zack, con este libro me recordaste uno llamado: "Las mujeres que aman demasiado" has escuchado de el?

Abrazos!!!