miércoles, abril 05, 2006

Cuando el amor es odio (El flechazo)

El hombre más romántico del mundo

Hay un estilo de enamoramiento apabullante: el flechazo. Tú lo ves desde el otro lado de una habitación atestada de gente, vuestros ojos se encuentran y a ti te inunda ese estremecimiento. Cuando él está cerca de ti empiezan a sudarte las manos; el corazón se te acelera; parece que todo cobrara vida en tu cuerpo. Es el sueño de la felicidad, de la realización sexual, de la plenitud. Ese es el hombre que sabrá apreciarte y comprenderte. Sólo estar junto a él es emocionante, maravilloso. Y cuando todo eso sucede, arrasa contigo. Es lo que solemos llamar amor romántico.

Cuando conoció a Jim, Rosalind tenía 45 años. Es una mujer llamativa, alta, de cabello castaño rojizo y figura esbelta, que se esmera en conservar. viste con un estilo muy personal que realza su estatura y pone de relieve su gusto artístico. Es dueña de una tienda de antigüedades y se destaca como tratante, coleccionista y experta en su especialidad, el arte publicitario.

Rosalind ha estado casada en dos ocasiones, y tiene un hijo ya adulto. Le interesaba conocer a Jim porque había oído hablar mucho de él a amigos comunes, que finalmente la llevaron a oírle tocar con un grupo local de jazz. Después, cuando fueron todos a beber una copa, Rosalind se sintió muy atraída por Jim, tan alto, moreno y apuesto. Jim y yo sentimos una gran atracción. Hablamos de niños y de música. Me contó que había estado casado y que sus dos hijos vivían con él; eso me impresionó.

Se interesó por lo que yo le contaba de mi tienda de antigüedades, porque le interesaba la ebanistería y, consiguientemente, el mercado en general. Me preguntó si podía volver a verme la noche siguiente. Cuando nos presentaron la cuenta advertí que no tenía mucho dinero y le sugerí la posibilidad de que para nuestro próximo encuentro cenáramos en casa.

Me cogió la mano, me la oprimió y, durante un momento, sus ojos se detuvieron en los míos y sentí lo agradecido que estaba de que yo entendiera su situación. Al día siguiente pensé constantemente en él, y por la noche, cuando llegó, fue maravilloso. Como soy una romántica incurable, después de cenar puse la música de Nace una estrella, y henos ahí bailando al compás de ella en la sala de estar; él me lleva estrechamente abrazada y yo siento que todo el mundo da vueltas a mi alrededor. Aquí hay un hombre a quien de verdad le gusto, que es fuerte, que está dispuesto a que construyamos juntos una relación.

Todo eso es lo que me pasa por la cabeza mientras siento que floto con él, a la deriva; es maravilloso. Fue lo más romántico que me hubiera sucedido jamás. Jim tenía 36 años cuando conoció a Rosalind, y se sintió tan embriagado como ella por el romance; ella era la mujer que durante toda su vida había buscado. Él me dijo más adelante: Era hermosa, con una figura estupenda. Tenía su propio negocio y, ella sola, lo llevaba espléndidamente bien. Había criado a su hijo y, al parecer, lo había criado bien. Yo jamás había conocido a nadie como ella. Era cordial y alegre, se interesaba con entusiasmo por mi vida, incluso por mis hijos.

Era perfecta. Empecé a llamar a todos mis amigos para hablarles de ella. Incluso llamé a mi madre. Le aseguro que era algo que no había sentido jamás. Nunca pensé tanto en nadie ni soñé con nadie en la forma que entonces soñaba con ella. Quiero decir que era algo realmente diferente. Después de su tercera salida juntos, Rosalind empezó a escribir su nombre con el apellido de él, para ver qué impresión le hacía. Cancelaba sus compromisos sociales por miedo a no estar cuando él la llamara, y Jim no la decepcionó. En vez de comportarse como un «hombre típico», se prendó de ella tanto como ella se había prendado de él.

Le telefoneaba siempre cuando se lo había prometido - se acabó aquello de esperar durante semanas enteras a que un hombre la llamase - y jamás anteponía su trabajo a la necesidad que sentía de verla. Para los dos, estar juntos tenía toda la fascinación de un montaña rusa emocional.


Dell libro

"CUANDO EL AMOR ES ODIO

Hombres que odian a las mujeres y mujeres que siguen amándolos"

Ti'tulo original en ingles: Men Who Hate Women

and The Women Who Love Them

©1986, Susan Forward y Joan Torres

©1987, Ediciones Grijalbo, S.A. Arago, 385, Barcelona

5 comentarios:

ALEPHGIMEL dijo...

Upss ese tan peculiar sentido de la auntodestrucción mmmm

Mariwell dijo...

Ya me hice bolas...no entendí aqui donde esta el odio de pareja...además me suena más a novela que a experiencia.

abrazos Zackito.

Workaholica dijo...

Y ???..... y?????..... se va a convertir en otra historia de terror ?????.......

Eso del "hombre típico"...... jajajajaja....... me encantó ... les puedo presentar a varios......

Zack dijo...

Si, exacto esto se va a convertir en otra historia de terror, nada mas que agarren confianza

Angeek dijo...

Nunca ha dejado de impresionarme como los observadores de una relación, que va a ser destructiva, no pueden ver dónde está el odio o la agresión. Siempre se ve en pequeños detalles que años después encajan perfecto.