Canoa

Tomás Pérez Turrent era el autor de la cinta Canoa (1975), escrita por él y dirigida por Felipe Cazals, considerada una obra maestra del cine. En este logrado guión alternó diversos puntos de vista y recreó de manera casi documental los hechos.

El actor, director y guionista mexicano Tomás Pérez Turrent falleció a los 79 años en su domicilio de la Ciudad de México a consecuencia de un infarto.

Investigador, historiador, crítico, guionista y maestro de diversas generaciones, Tomás Pérez Turrent fue una de las figuras emblemáticas de la cinematografía mexicana.

Nacido el 15 de enero de 1937, en San Andrés Tuxtla, Veracruz, estudió Filosofía en la Universidad Nacional Autónoma de México y cine en diversas instituciones de París, ciudad en la que trabajó en la Cinemateca Francesa.

Perteneció al grupo que editó la revista Nuevo Cine y fue profesor del Centro de Estudios Universitarios, del Centro de Capacitación Cinematográfica y de la Escuela de Escritores de la Sociedad General de Escritores de México.

A decir de miembros de la comunidad cinematográfica, Pérez Turrent perteneció a una generación que transformó el cine en México.

Descanse en paz.

Canoa

14 de septiembre de 1968. Cinco jóvenes empleados de la Universidad Autónoma de Puebla deciden ir a escalar el volcán La Malinche. El mal tiempo no les permite ascender, y tienen que pasar la noche en el pueblo de San Miguel Canoa, en las faldas del volcán. En esos días de conflictos estudiantiles, los jóvenes son tomados por agitadores comunistas y el pueblo -convencido por el párroco local de que los comunistas quieren poner una bandera rojinegra en la iglesia- decide lincharlos.

Canoa es una de las películas más impactantes del cine mexicano moderno. Tomando como anécdota un hecho real, el filme elabora el retrato realista de un México rural en donde el mundo moderno no tiene cabida. El pueblo de San Miguel Canoa -5,945 habitantes, a 12 kilómetros de la ciudad de Puebla- es sinónimo de un mundo donde las estructuras vigentes son las de la época colonial: el párroco del pueblo es quien tiene el poder de decisión sobre la vida de los habitantes del lugar.

Como un estudio sobre el fanatismo llevado al extremo, Canoa presenta los acontecimientos con ironía y realismo. El filme critica a todos los actores del drama: los jóvenes linchados que se sienten ajenos al gran problema social del 68, el cura que se escuda en la religión para mantener sus privilegios, las autoridades corruptas, el pueblo que confunde religión con fanatismo.